Este trabajo trata de la coexistencia de ambientes forestados con ambientes agrícolas en dos áreas del Bosque Atlántico en el Sureste brasileño.  Uno está localizado en Ilha Grande (litoral sur del estado de Rio de Janeiro) y su superficie está casi toda cubierta por bosques, que en su mayor parte se sobreponen a áreas que fueron cultivadas anteriormente por los caiçaras. La otra área es el macizo de Pedra Branca (zona oeste de la ciudad de Rio de Janeiro), también cubierta por bosques secundarios donde todavía existen algunos cultivos. En esta última se estudia la relación de los agricultores con la dinámica de crecimiento de la ciudad. En los dos casos se examinan los conflictos y las particularidades derivadas de la coexistencia de unidades de conservación con comunidades agrícolas y sus consecuencias frente a la dinámica del Bosque Atlántico. El registro de estas experiencias, por medio de una perspectiva interdisciplinar de larga duración sobre el paisaje, puede traer nuevos enfoques sobre los procesos de coevolución de las sociedades humanas con el medio natural.