Este estudio presenta un análisis sobre la contribución de los conocimientos adquiridos en el posgrado para el desarrollo regional, basándose en dos corrientes: una que defiende la idea tradicional de invertir en la ciencia básica como elemento esencial para el desarrollo económico de una región y otra que defiende la interdisciplinariedad como respuesta a la fragmentación causada por una epistemología positivista que ocupa cada vez más espacio en las universidades brasileñas, con la expansión creciente de programas de posgrado stricto sensu frente a la necesidad que la sociedad del conocimiento, de la información y globalizada impone a la ciencia moderna como una solución a esta nueva forma de organización. La investigación se basó en la recopilación de datos secundarios que fueron analizados por medio de los coeficientes de correlación, especialización y reestructuración. Los resultados mostraron que la desigualdad regional todavía limita el proceso de formación y, por tanto, de innovación del país. Estos son algunos de los factores que impiden el crecimiento económico equitativo de las regiones.