El presente artículo, resultante de una conferencia pública, aborda, en una primera instancia, el modo como la Educación Comparada tomó como campo de estudio privilegiado la afirmación y la expansión del modelo escolar. Siendo una disciplina de las Ciencias de la Educación que puede remontar al inicio del siglo XIX, fue, con todo, tras la Segunda Guerra Mundial que la Educación Comparada tuvo un grande desarrollo y una significativa expresión, fruto de la creación de un enorme sistema de organizaciones internacionales, de naturaleza intergubernamental. En una segunda instancia, se desarrolla un conjunto de argumentos sobre los modos como los grandes proyectos estadísticos internacionales, con destaque para PISA y otros programas conducidos por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), siguen construyendo nuevas formas de regulación transnacional de las políticas de educación, la “gobernanza por números”, que siguen empobreciendo el debate educacional y limitado las respuestas democráticas de los Estados. Por último, se presenta una propuesta en el sentido de poner en diálogo las “dos culturas” de la Educación Comparada: una, de naturaleza académica, fuertemente comprensiva y localizada; y otra, que prevalece en las organizaciones internacionales, provista de una inmensa información estadística, pero que conduce, de forma inexorable, siempre a las mismas y descontextualizadas propuestas y soluciones.